¿Es posible dedicar parte del tiempo libre a ayudar a las personas que más lo necesitan, a hacer algo por los demás? Para los voluntarios de la ONG Cooperación Internacional, la respuesta es sí, convencidos de que la mejor forma de solidaridad pasa por implicarse y actuar.
Mono de trabajo, brocha y pintura. Pero, sobre todo, mucha ilusión y ganas de ayudar a que la gente con menos recursos pueda vivir de una manera más digna. Este es el punto de partida de ‘Painting for others’ (‘Pintura para otros’), el programa solidario de rehabilitación de viviendas de personas vulnerables que lleva a cabo desde hace 22 años esta entidad sin ánimo de lucro en varios puntos de la geografía española.
“Queremos que estos jóvenes, estudiantes universitarios en su mayoría, reaccionen ante la crudeza de las circunstancias que atraviesan algunos hogares, muy cerca de su entorno, y trabajen por dignificar sus condiciones de vida, haciendo además compañía a personas y familias que necesitan ayuda”, señala Virginia Vela, técnico de proyectos de la entidad.