La expresión artística puede ser una herramienta terapéutica muy efectiva para abordar patologías asociadas a la salud mental, gracias a su capacidad para estimular las funciones cerebrales y mejorar el bienestar.
En el caso de personas con Alzhéimer, una enfermedad neurodegenerativa progresiva e irreversible, las terapias ocupacionales a partir de las artes plásticas ayudan, en muchos casos, a ralentizar el avance del deterioro cognitivo.
Este es el punto de partida del proyecto ‘Viviendo a través de mis manos’ de la Asociación de Familiares de Personas con Alzhéimer de Elche (AFAE). En el marco de esta iniciativa, cerámica y alfarería se convierten en un instrumento clave para “facilitar una nueva vía de estimulación que mejore la calidad de vida de las personas con demencias y sus familias”, señala Laura Parres, terapeuta de la entidad.