Durante el entrenamiento
Para iniciar el acondicionamiento físico de nuestro perro, podemos empezar paseando con ellos en caminatas y, poco a poco, comenzar a trotar. Si nuestra mascota tiene unos kilitos de más, debemos evitar que las sesiones sean prolongadas, de largas distancias o en días de mucho calor.
Ya sabéis que los perros no transpiran como lo hacemos los humanos, por lo que recomendamos evitar los días calurosos. Y si tu perro no tiene muy buena condición física, disfruta de Perrotón como la gran fiesta que es sin más expectativas que pasar un día maravilloso rodeado de amantes de los animales y sus familias y amigos.
También es muy importante no alimentarlo 45 minutos antes o 45 minutos después de realizar cualquier ejercicio.
¡Ah! y si sus almohadillas plantares (la zona de tejido especializada que protege sus patas del impacto continuado contra el suelo y sirve además para amortiguar su peso) no están acostumbradas a realizar ejercicio sobre el pavimento, te aconsejamos que le apliques vaselina para evitar la fricción y que se lastime de manera innecesaria.
Al igual que los humanos desarrollamos cayos en el área plantar, ellos también. Si tu perro no está acostumbrado, adáptalo poco a poco, no lo fuerces, y evita correr, en concreto, si no le gusta mucho.
El veterinario Jacinto Delgado, de Vetersalud, pide especial atención si tu mascota es un cachorro. Si tu perro es de talla miniatura y tiene menos de siete meses, de talla mediana como un labrador o un pastor alemán con menos de un año, sus cartílagos articulares son muy suaves.
Sal a correr con él, pero no escojas rutas muy largas, en especial, al principio, ya que puedes dañar sus cartílagos: introdúcelo, pues, poco a poco al ejercicio.
Ten en cuenta la edad de tu perro, evita exigirle hasta que su desarrollo se haya completado (aproximadamente después del año) y, por supuesto, cuídalo en la vejez, como hacemos con nuestros propios mayores.
En resumen: siempre que inicies un ejercicio físico, realiza un calentamiento paulatino, estirando para que el cuerpo se adapte. Tu perro requiere la misma preparación, con cinco o diez minutos a paso moderado. Después puedes ir aumentando la velocidad de manera paulatina.
Y, por supuesto, hay razas que no son aptas para realizar ejercicio, como es el caso, por ejemplo, de los bulldog francés e inglés; estos perros chatos (braquicéfalos) no eliminan el calor de manera eficiente, por lo que únicamente pueden hacer caminatas evitando los días calurosos.