Temáticas adaptadas
En el transcurso de los talleres se abordan cuestiones cotidianas, como el correcto manejo del dinero y su uso responsable, y contenidos más específicos del entorno financiero, entre los que se incluyen una aproximación a los servicios bancarios y los medios de pago (tarjetas de crédito y débito), productos (hipotecas, préstamos personales), tipos de intereses y opciones de ahorro e inversión, adaptando la temática a sus necesidades específicas.
“Durante estos años, el programa ha evolucionado gracias a la aportación de nuevos voluntarios de distintas áreas y especialidades de Bankia, de los que todos hemos aprendido muchísimo”, remarca Soledad. “También debido al cambio de perfil de alumnos. De parados de larga duración mayores de 50 años, en los peores años de la crisis, a personas con dificultades más diversas de formación, exclusión social o discapacidad”, añade.
“En cada momento -prosigue-, el enfoque del programa se ha ido adaptando a las necesidades de los alumnos y a su interés. Las clases son, además, un espacio de debate en el que con libertad se han debatido de forma rigurosa los temas -a veces controvertidos- que nos han acompañado durante estos años”.
De este modo, con un itinerario formativo adecuado y concreto se favorece la capacidad de los participantes para conocer aspectos primordiales de planificación y administración financiera y poder gestionar de forma autónoma su economía personal.
Los alumnos, por su parte, “asisten a los cursos con una enorme ilusión por aprender y salir adelante”. “Una ilusión que contagia. Entre las cosas que agradecen, no solo los conocimientos que puedes transmitirles, que también, sino el ver que hay personas que tienen interés por su situación y muestran disposición a ayudar”, afirma.
“Proyectos como este, que acercan formación de alto nivel, modulada adecuadamente según las capacidades de los alumnos, es un paso en la dirección de tener ciudadanos mejor preparados para decidir y ser responsables de sus decisiones”, apunta Soledad, quien apunta que esto “constituye una magnífica oportunidad para seguir avanzando de cara a lograr una mayor integración de estas personas”.
Al mismo tiempo, concluye, “el hecho de que Bankia favorezca este tipo de programas es una forma muy vívida de hacer llegar a la sociedad, y en especial a las personas que más ayuda necesitan, los valores de implicación, compromiso, profesionalidad, cercanía que nos definen y de los que estamos orgullosos”.