El voluntariado ha sido un gran apoyo en esta crisis, incluso muchas personas que hasta hoy no se habían acercado al mismo lo han hecho. Todos hemos visto por televisión como vecinos que no se conocían se han ofrecido para llevar compra y ayudar. En circunstancias excepcionales el ser humano saca lo mejor de sí mismo.
Es cierto que en estos momentos el voluntariado parece que se está centrando en las necesidades básicas de alimentación, ropa, soledad… Yo conozco personas de 67 años que han estado repartiendo comida durante todo el confinamiento, hemos visto como grandes empresas han aportado productos, servicios, han cambiado su producción para ayudar, toda ayuda es poca la verdad.
A pesar de las circunstancias, la gente no ha perdido su necesidad de aprender, su deseo de recuperar su vida. Lo vivido ha hecho que nos reconvirtamos y echemos mano de las nuevas tecnologías y estemos realizando talleres online. Todos estamos aprendiendo a manejarnos en nuevas circunstancias.
Hoy más que nunca se necesitan voluntarios, no todo es cuestión de dinero, ni de subsidios, la gente necesita ilusión, necesita sentir que los acompañamos en estos difíciles momentos y que son parte de la solución y no un problema.