A los pies del parque nacional de la Sierra de Guadarrama, y a tan solo 14 kilómetros de Segovia, se distingue el pequeño municipio de Basardilla, con 149 habitantes censados. Su término municipal se integra, junto con otros pueblos colindantes, en la comarca del Río Viejo.
Antiguamente, en los años cincuenta, esta zona geográfica era conocida por sus pozas y su producción de lino, la mayor fuente de ingresos de sus habitantes. Ahora, esas pozas abandonadas vuelven a tener vida a través de un proyecto ambiental en el que participan Bankia y la Fundación Caja Segovia.
Según explica José María Calzada, uno de sus impulsores junto a la Asociación de El Guijo, el proyecto “estaba orientado no solo a recuperar esas antiguas pozas, que se utilizaban en los años cincuenta, sino a adecuar la zona a la reproducción de anfibios, para lo cual también se necesitaba recuperar el agua en la cacera”.