Imagina una Torre Eiffel, su peso. Multiplícalo por 4.500. Y con 4.500 torres Eiffel, colócalas una a una por todo Nueva York. Su extensión permitiría cubrir la isla de Manhattan y su peso equivale a la basura electrónica que generamos año a año. Dicho de otro modo, 50 millones de toneladas, un volumen mayor al de todos los aviones comerciales construidos en la historia.
De esta forma tan gráfica se puede entender que la basura electrónica -desechos de computadoras, pantallas, móviles, tabletas, o televisores, así como, a menor escala, electrodomésticos, equipos de calefacción y aire acondicionado-, amenaza con convertirse en uno de los mayores problemas para el ecosistema en solo unos años.
Los datos y los ejemplos proceden del informe ‘A New Circular Vision for Electronics – Time for a Global Reboot’, elaborado por siete entidades de Naciones Unidas apoyadas por el Foro Económico Mundial y el Consejo de Negocios Mundial para el Desarrollo Sostenible con el objetivo de hacer una advertencia ante el desafío de la basura electrónica, la llamada e-waste, y apoyar los esfuerzos internacionales para hacerle frente.