Aldeasoña es una pequeña localidad del norte de Segovia, muy próxima a la provincia de Valladolid. Aquí, en este adusto paraje castellano, viven en torno a 40 personas; hombres y mujeres mayores que, en otros tiempos, se dedicaron a la agricultura y a la ganadería.
Hace aproximadamente 25 años el municipio sumó, a su escueta lista de patrimonio, un elemento de altísimo valor ecológico: una repoblación de pino piñonero (Pinus pinea) emplazada cerca de las últimas casas del núcleo urbano, en un paraje conocido como Cabeza Vieja. Llegados a este punto, a modo de paréntesis, señalaremos una curiosidad. A mediados del XIX, Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, ya cita este lugar cuando -en su descripción de Aldeasoña- escribe: “Hay un monte puesto en 1842 en el sitio llamado Cabeza Vieja”.