En cierta manera puedo decir que formo parte del programa antes incluso de que se pusiera en marcha.
Hacia el año 2013 me certifiqué como Coach Ejecutivo y Personal, y lo que es más relevante, supuso en mí un crecimiento y desarrollo personal muy significativo: enseguida sentí una “obligación” de devolver a la vida todo lo que había ido recibiendo y recolectando durante este período formativo.
Lógicamente, esta “devolución”, esta manera de enfocar la vida, primero lo aplicas en los entornos más cercanos: la pareja, la familia, los amigos. Más adelante en tu “otra familia”, que en cierto modo es el trabajo.
Dentro del banco, como no era posible el poder aportar “mis nuevas capacidades” con carácter oficial y regulado, dado que mis funciones en realidad eran y son otras, me planteé entonces contactar con los compañeros de Acción Social, para ofrecerles mis servicios como coach voluntario. Fue cuando empecé a tener conocimiento del embrión del programa ‘Enseña lo que sabes’.